Reconociendo el trazado Matagrama

En esta fresca mañana de 11 grados, Juli y yo hemos salido desde Arganda con la idea de echarle un vistazo a la ruta de la marcha Matagrama que haremos la semana que viene por los montes de Morata. Los primeros y fríos 15 kilómetros son de carril bici, pero picando para arriba pronto calentamos. En Morata, ayudados del GPS iniciamos el reconocimiento del terreno.

La ruta es asequible y divertida, pero ya avisamos que al poco tiempo de salir nos encontraremos un rampón del 20% que nos va a meter un buen calentón en el cuerpo. A continuación vendrán tramos de todo tipo, subidas y bajas sin gran dificultad.

Paramos a refrescarnos en unos antiguos abrevaderos que datan del siglo XIX y, mientras reponemos energías, intercambiamos comentarios con algunos integrantes del club Matagrama que estaban organizando la marcha.

De nuevo en la bici comenzamos una tensa ascensión que nos lleva al punto más alto, unos 800m, y desde allí nos encaminamos hacia la zona más técnica de la ruta. Las subidas son pronunciadas, con rampas por encima del 22%, pero peor son las bajadas. Nos encontramos con descensos vertiginosos llenos de roderas causadas por el agua. En concreto son dos, uno del 35% y otro del 40% de desnivel negativo. Sí, no me equivocado, leéis bien. ¿Imposible? Eso creíamos nosotros.

Desde lo alto de la bajada del 40% nos avistaban los del club Matagrama: "Cierra lo ojos, no toques el freno y déjate caer". Mmmm va a ser que no que esto tiene muy mala pinta. "Pues ahora verás a un par de ellos que la bajarán" me decían. Y efectivamente, parece increíble como bajaban esa trialera mortal, encima a toda leche!!!.

De ahí vuelta hacia Morata por pista fácil, y de nuevo hasta Arganda por el carril bici.

Juli, que lleva el pobre sin poder entrenar bastante tiempo, ha aguantado estoicamente los 67km que nos hemos zampado con más de 900m de desnivel positivo en 4h, y es que el que tuvo retuvo.

Juli, cuando maquetes el video...ya sabes.