El Tren de los 40 días

La ruta que teníamos pensada para el domingo, Los Pueblos Negros, quedó cancelada por condiciones meteorológicas adversas, así que hoy nos hemos apuntado Metal, Peski y yo a conocer la llamada ruta del Tren de los 40 días con algunos miembros de los Espartanos de Arganda que la tenían preparada para hoy.

Se trata de una antigua vía de tren, construida durante la Guerra Civil en 40 días (de ahí su nombre), para poder transportar el armamento y los víveres entre las localidades de la zona. Hoy en día queda el sendero con hierba muy crecida y varios túneles.

Se prometían largos senderos y trialeras...y no ha defraudado. A las 9h partimos, con un frío notable, unos 30 bikers desde Arganda, intercalando muchos km de sendero y alguna pista atravesando las localidades de Campo Real, Pozuelo del Rey, Eurovillas Nuevo Baztán y Villar del Olmo. En los primeros 35-40km el sendero es, en un 70%, el tipo de camino principal. Se hace tremendamente divertido enlazar subidas y bajadas constantes, pese a que el barro te pega algún susto y dificulta algunas subidas importantes que con tierra seca podrían ser asequibles.

Desde Villar del Olmo hasta Orusco, en varias zonas del camino abundan las piedras de granito que se usan en las vías de tren. Atravesarlas no es tarea fácil, el ritmo es inconstante y eso en mi caso empieza a provocar calambres en la pierna izquierda. Por cierto, vaya túnel por el que hemos tenido que meternos, casi no cabe el manillar de ancho.

Ni que decir tiene que el campo está precioso con las últimas lluvias. Desde Orusco a Carabaña utilizamos la vía verde. Estos Espartanos nos llevan llaneando con la lengua fuera. Metal y yo cerrábamos el grupo pedaleando a 35kmh, y la cabeza del grupo ni la veíamos. De hecho alguno se permitía el lujo de empujarme para acelerar el ritmo (gracias Jesusbiker :p).

Una vez en Carabaña comenzamos una rampa de 4km al 9% de desnivel con 200m de subida, por pista de tierra. Pongo el modo eco porque no me la conozco y me pasa casi hasta el apuntador llegando a la cima. Entre ir guardando fuerzas y controlando los calambres, no consigo coger ritmo. Metal, que un rato antes no le veía, de golpe me pasa junto con otros bikers a buen ritmo. Peski ya llevaba un rato delante.

Desde allí atravesamos varios Olivares, esquivando algún que otro cazador, en dirección a Arganda, recorriendo 71km y 850m de desnivel. En este caso la dificultad no estaba en el desnivel sino en el terreno, ah y cómo no: el rimo que se impone (tendremos que entrenar más, sin duda). Esta ha sido una de las rutas más divertidas que he hecho por esta zona, sobre todo porque la mitad trascurre entera entre senderos y trialeras. Juan, te hubiese encantado la primera parte (y hubieses odiado terriblemente la segunda).

Un abrazo!