Semanita por Asturias ... también en MTB

La semana pasada por enesima vez estuve disfrutando de las maravillas que ofrece Asturias disfrutando del mototurismo que tanto me gusta, del buen beber y el buen yantar que ofrece esta privilegiada tierra, y que en esta ocasión, aprovechando una bicicleta de montaña que me prestan, ofrecerá el aliciente de una ruta MTB por lugares de una belleza extraordinaria.

Parto desde Les Bories, pequeña y encantadora aldea, de gentes sencillas y amables que no dudan un instante en indicarte los 1001 lugares de los que puedes disfrutar por la zona. Mi destino, el Alto de la Vara y la Campa Cimera.

No tardo en alcanzar las primeras rampas, contundentes mientras que llego a una bonita panorámica sobre el valle que acoge a la población de Pola de Laviana, tapada aún por la neblina tan típica de estos lugares en las primeras horas de la mañana.

No tardo en hechar de menos mi amontiguación trasera ... los kilos de más de mi zarrio con nombre Cups, se hacen notar en las durísimas rampas de roderas cementadas, ya que de no ser así dado el desnivel en muy poco tiempo se convertirían en caminos impracticables.

El Alto de la Vara no tarda en llegar, y si el ascenso fue espinoso, el descenso es de esos en los que si dejas las bicicleta correr puedes volar.

Alcanzo la otra vertiende del valle, todavía sombría y fría esperando que algunos rayos de sol se abran paso entre la naturaleza bruta que tapa el camino por donde, en falso llano, voy tragando kilómetros hasta llegar a la pared que supone la subida a la Campa Cimera, donde en algunos momentos más que un ciclista parezco un equilibrista tratando de mantener la rueda delantera en el suelo y una más que dudosa verticalidad sobre las 2 ruedas.

Entre vacas y caballos llego a la cima de la Campa Cimera, donde un manto verde me espera y dificulta aún más el último tramo de ascensión por lo que algún día fué un camino y hoy en día se ha comido el verde. Las vistas ...

Comienzo la bajada por lugares de belleza que con palabras cualquier calificativo queda pequeño:

La sidrina y los tortos me esperan a mi vuelta a Les Bories tras una mañana completamente gratificante, por uno de los lugares más bonitos por los que he ido en bici.